La tendencia general es a considerar que el declive del sistema nervioso es algo propio de la edad avanzada, cuando la realidad nos muestra que la demencia puede aparecer en cualquier etapa de la vida. Para los casos donde la demenciación es en etapa infantil, la actuación logopédica se enfoca en suplir las necesidades comunicativas del afectado, mejorando su estado en la medida de lo posible.

Aun así, la demencia es poco frecuente en niños y adolescentes, pero puede presentarse como resultado de enfermedades médicas (lesión cerebral, tumores, infecciones por VIH, ACVs). La demencia en niños puede presentarse como un deterioro de la actividad (como en los adultos) o como un retraso o una desviación del desarrollo significativos. La labor de diagnóstico y diferenciación es compleja pues muchos síndromes cursan por cuadros de síntomas muy parecidos.

¿Como actuamos? En primer lugar el logopeda centrar sus esfuerzos en compensar las áreas afectadas, después se buscara la máxima adaptación social y en un futuro, asegurar un mínimo de competencias lingüísticas para garantizar la mejor situación posible